Vino de autor. Ante el planteamiento por parte del cliente de crear un visual que funcione en todos los canales de venta y distribución del producto, optamos primero por darle protagonismo a la marca; segundo, crear una colección de vinos; y terceo, asociar la uva a un color para facilitar la comprensión de la colección.
Además, cada etiqueta lleva un relieve diferente que las distingue y aporta exclusividad y personalidad a cada varietal. De esta manera, la colección puede ir creciendo a medida que crezcan las necesidades de su mercado.